Escrito por nuestro hermano Brayan Torrealba
El evangelio del día 11 de septiembre me recuerda está imagen, hoy me ha servido mucho para recordar cuál es mi propósito. A ver ¿Cuáles son sus propósitos? • Cuántas veces no hemos sido ese Woody, el que toma la iniciativa, el que se hace líder, al que muchos pueden tenerlo como un ejemplo, motivación, tenerle cariño, aprecio y respeto. Estar en esa posición particularmente me ha hecho sonreir y motivarme a siempre querer ser mejor, no para los demás sino para Dios, pues es el dueño de la fábrica el que por encima de cualquier persona conoce el verdadero valor de sus obras. • Otras veces seguro hemos sido un Forky, ese muchacho o muchacha con tantos problemas que literalmente nos creemos que somos un problema nada más, se han preguntado ¿Porque siempre pasa que cuando más nos sentimos mal buscamos no estar solos? En mi experiencia puedo asumir que mi respuesta a esto es que hay algo que hace que nuestras necesidades busquen descansar y conseguir un estado de paz y seguridad, el tema es que no se trata de algo sino de alguien, Dios es ese alguien que estoy seguro que monitorea sus obras con tanto afán que se alegra cada vez que sin darnos cuenta nos acercamos más a Él. • ¿Que tiene que ver esto con el evangelio? Mucho, porque si cambiamos y nos adentramos en los signos que nos muestra la lectura de hoy comprendemos que tal cual como estos personajes, tenemos realidades, pero, Jesús hoy firma y sella una verdad, vino a salvar, vino a sacarnos nuestras creencias paradigmáticas de ser un eterno Forky estancado para hacernos un Forky feliz, como también porque no, un excelente Woody, ese que sea capaz de darse cuenta que mi propósito es ayudar, mi felicidad debe ser tal que nunca me pese la vida para estar dispuesto a dar todo por otro, y es que ¿A quien vino a buscar Jesús? A aquellos que como tú y yo, somos valiosos para la obra de Dios que no es más que el amar, es decir vino a buscarnos a todos ❤️ • San Pablo nos dejó en claro que todo es permitido pero no todo conviene, desde nuestra perspectiva de hombres siempre será así porque jamás seremos Dios, por ende, siempre tendremos batallas que luchar. • Jesús nos recuerda hoy que a lo mejor él se ha hecho un Woody para ayudarte.