¿Porque Bautizamos a los niños pequeños?
- Catolican
- 9 oct 2018
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Como todos sabemos el bautizo es unos de los sacramentos más importante para nuestra fe cristiana católica, porque además de ser el principal de todos para poder obtener los siguientes sacramentos como (Comunión, reconciliación, Confirmación, matrimonio etc.) Son unos de los sacramentos más importantes que cualquier otro más que vallamos a obtener o que hallamos obteniendo; porque es el sacramento donde a través del Espirita Santo, nos quitan y nos perdona el pecado origen, que llevamos dentro de la barriga de nuestra madre Génesis 3, 1-24.
A esto es también el regocijo para toda la asamblea de la iglesia, porque es donde la persona acepta a Cristo en sus vida y además es donde por primera vez el Espíritu Santo entre y mora en su propio ser.
¿Pero porque nosotros los cristianos católicos, bautizamos desde pequeños a nuestros hijos? Pues es muy fácil, en primer lugar desde mucho tiempo ese asido la pregunta de tantos fieles cristianos católicos, como a hermanos separados, porque dicen y advierten que eso no es bíblico, pero fíjate que sí.
En primer lugar, el bautizo es la forma donde nosotros ofrecemos a Dios, y le decimos que queremos que El more a cada uno de nosotros en nuestro ser, ósea nuestras vidas, además es en donde a favor del agua y a través del fuego arrasador del Espíritu Santo entra y reúne a cada uno de nosotros desde pequeño, y es allí donde es que nosotros ofrecemos a Dios y ante a la asamblea de la iglesia, presentamos al niño y ante los familiares y padrinos, se declara y se hace presente que sus padre y madre del niño o niña hace como ofrenda a Dios en el altar y a la asamblea que quieren que el niño sea tanto regalo, bendición e hijo propio adoptivos de Dios, como además en decidir que niños se convierte desde temprana edad un fervoroso siervo cristiano ante Dios.
Desde la antigüedad también se solía hacer esos tipos de presentaciones en el templo de Yahveh, como por ejemplo, la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén Lucas 2, 22-24. Pero además es también unos de los estatutos o misiones que el mismo Jesús, se lo había dicho a sus discípulos y desde generación en generación, había sido ratificada y confirmada en bautizar toda persona en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo Mateo 28, 19.
Y es allí donde toda persona se convierten en hijo de Dios, y de eso también en un fiel cristiano, servidor y emprendedor de la Palabra viva y alegre de Cristo Jesús; nuestro apóstol Pablo en su carta a los Corintios nos habla que en la expansión de los cristiano por todo el mundo, en un testimonio que dio en su escritura, nos habla que el había bautizado en una casa a toda la familia de Estefanas y a otras personas quienes vivían en ese lugar 1 Corintio 1, 14-16 entonces, es allí donde claramente nosotros podremos ver y observar que el bautizo para los niños es válido, porque es también la suma importante de tanto la educación que ofrece la iglesia, como también en agradar a Dios en ofrecer a un niño desde poca edad que sea tanto su propio hijo, como a el igual un siervo para El.
Catecismo de la Iglesia Católica
1250 Puesto que nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también el nuevo nacimiento en el Bautismo (cf DS 1514) para ser librados del poder de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de Dios (cf Col 1,12-14), a la que todos los hombres están llamados. La pura gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños. Por tanto, la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento (cf CIC can. 867; CCEO, can. 681; 686,1).
1251 Los padres cristianos deben reconocer que esta práctica corresponde también a su misión de alimentar la vida que Dios les ha confiado (cf LG 11; 41; GS 48; CIC can. 868).
1252 La práctica de bautizar a los niños pequeños es una tradición inmemorial de la Iglesia. Está atestiguada explícitamente desde el siglo II. Sin embargo, es muy posible que, desde el comienzo de la predicación apostólica, cuando "casas" enteras recibieron el Bautismo (cf Hch 16,15.33; 18,8; 1 Co 1,16), se haya bautizado también a los niños (cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Pastoralis actio 4: AAS 72 [1980] 1139).
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