Me siento débil, en el servicio de mi Parroquia, no quiero servir mas
- Catolican
- 14 sept 2018
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Actualizado: 26 sept 2018

Muchas veces, nosotros como servidores llamados por Dios al servicio y la construcción del Reino de los cielos, nos hemos ahogado en el sufrimiento en no sentirnos bien, al servir en cualquier apostolado de la parroquia, porque ya no nos sale de corazón, o lo veo como una rutina, como el trabajo o los estudios. Pero no vemos en el otro lado importante que todo sea para la gloria de Dios. Y es que Dios nos llamamos y nos escogió a nosotros con un propio bueno y eficaz para su Reino a su Iglesia que es su cuerpo. Es bueno recalcar que el Dios quien actúa en nosotros y no nosotros mismo, porque si somos su cuerpo que es la Iglesia, entonces si una parte del cuerpo se mueve es porque esa persona lo movió por algo; así mismo es Dios en nuestra vida.
Y es que como han hablado muchas veces, la Iglesia hasta los mismos apóstoles en sus cartas en el nuevo testamento, hay que sentirnos orgullosos de habernos llamado y escogido por Dios para este misterio y servicio. Que seguir a Cristo, cansa, si cansa y muchooo; pero vale la vida y la pena como jóvenes en abandonarnos por Cristo y ser loco y apasionados por él. En un retiro que pude estar en mi parroquia, que se llamaba el gozo de servir, hablaban que en el servicio no hay que esperarnos sentir bonito o feliz, para servir a Dios, porque todos los días, el ser humano no experimenta esa sensación o dicha, y el del esto de esperar el sentir el BONITO EN EL SERVICIO, hace que cuando un día no lo sintámosla, venga un bajón espiritual no veamos que el servicio nos conforta y entonces ya allí se ve que estamos haciendo algo muy mal como cristianos. Pero si te diré una cosa, el gozo, el gozo es el baluarte número uno del servicio, y es el sentir que tiene que tener los hijos de Dios, porque es el testimonio que damos en decirle al Señor él (si) en seguirlo; como María, que a pesar de las dificultades que le vendría por llevar y ser escogidas por Dios, en ser Madre de su Hijo, le dijo ese si al Señor, pasara lo que pasara, cueste lo que cueste. Y siempre sintiendo el gozo de decir: Hágase en mí según tu palabra.
Y es que el servicio es llevar esos talentos, testimonio y frutos a las demás personas que se encuentra en las tinieblas, porque es el llamado que estamos invitados todos hacer y es de agradar a Dios y no a nosotros mismo, o a las demás personas; sino únicamente a Dios. Como dice: en Eclesiástico 2, 1: “Si te has decidido a servir al Señor, prepárate para la prueba”. Y como Pablo, que a pesar de todo en las dificultades, hasta que creo en el sentir de no evangelizar dijo: “Hay de mi si no evangelizo” Pablo se había dado cuenta que si no utilizamos nuestros talento y don que es lo que Dios le había llamado, se podría verse ELIMINADO, ósea no poder disfrutar de la presencia del Señor ósea heredar la vida eterna. Y yo siempre me hago esa reflexión, a pesar que es fuerte y dura, pero es la realidad como enseñanza bíblica, como también lo muestra la madre Iglesia. Porque Dios puede tener todo el crédito de dejarnos libre, es nuestro derecho si dejo el servicio o no, pero entonces, viene lo malo en nuestras vida y es que todo nuestro trabajo y esfuerzo no fueron útiles ¿y porque? Porque nos fijamos en sentirnos que todo lo damos y hacemos no nos llena entonces es allí, donde nos damos cuenta que estamos actuando mal en algo.
Y si no haz leído el evangelio de Mateo 25, 14-31 léelo. Habla sobre los talentos que Dios nos da, y han de también saberlos utilizarnos, en el sentido, que todo lo que Dios nos da, es para dar fruto abundante mente, haz que venga el día en donde el patrón venga a cobrar sus interés, ósea el gran momentos donde lleguemos al cielo, y Dios vera cada una de nuestras obras, y si esa obra no aguanta el fuego se quema y se desperdicia entonces allí sí, chao pescado. Y como decía el evangelio de Mateo 25, 13 en una frase. “En verdad no te conozco”. Recordar siempre, tenemos el paraíso para descansar lo que hicimos aquí en la tierra. Por qué un día, Dios nos paga nuestros méritos con una corona de oro.
Ahora en lo personar reflexiona desde tu interior, estas cuatros pregunta:
1- ¿Por qué estoy aquí? – (Porque estas en el camino del Señor)
2- ¿Qué vio Dios en mí?
3- ¿Cómo me siento en mi grupo de apostolado?
4- ¿Cuáles son mis méritos para estar aquí? – (Cuales son mis méritos de estar en el camino del Señor)
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