Los grupos juveniles para la formación de los Jóvenes cristianos

Es propio instrumento moldeable de Dios, que hace manifestarse a cada uno de los jóvenes que hoy en día son muy de los pocos, quienes se llegan a los caminos de Cristo. Los grupos de jóvenes en las parroquias; son diversas formas de expresar y dar a conocer que Cristo Jesús, está vivo para toda persona ya sea de dichas edades.

Siendo así un propio instrumento y palabra viva e eficaz para una propia evangelización, para otros jóvenes quienes puedan traer a otros jóvenes, dando así propio modelo de testimonio y vida; en cómo fue arraigado el cambio a cada una de sus vida a pasar de los tiempos, en obtener por primera vez un encuentro interpersonal con Cristo. Eso demuestra una forma fácil y sencilla en enamorar a otros jóvenes; quienes se encuentran en la vida de este mundo, en que puedan tener por primera y posible oportunidad en encontrarse con Cristo a solas ya sea en un encuentro nacional o retiro espiritual.

De igual forma es importante recatar, la importancia de un joven en dejar que Cristo, allá sido su primera chispa, para su nuevo comienzo de vida plena, quien Jesucristo hace y transforma los corazones cortos en algo nuevo y bello para las otras personas. Eso de igual forma demuestra como herramienta importante y sólida para la Iglesia, ya que es solidaria y útil para un nuevo modo de evangelización tanto para jóvenes, como para adultos, ya que demuestra que el cambio de una vida confusa y desordena de una persona, no es propio objeto en llevarlo a la desesperación o a la palabra de No hay remedio en mí. Si no más bien Jesús, hace y transforma de los viejos y oxidados corazones, en algo nuevo, fuerte y firme Ezequiel 36: 26-27.

Pero la importancia de un joven en la iglesia, es que también es herramienta bien útil para la familia, y más que todo en sus hogares, porque eso con lleva; en que el cambio de un chico, de una vida desolada y confusa pudo ser un cambio drástico de la noche a la mañana, en ser ya un amado más, en la lista de Dios. Siendo así un ejemplo más a seguir para sus familiares, y gran ánimo y alegría para sus amigos y conocido.

Es por eso que el joven, cristiano católico, tiene que ser un joven de gran dicha de amor, paz, humildad, con templanza, alegría, contagio, suerte, consejero y sobre todo animador para las demás personas. Porque a eso, se demuestra como ayudador y propia luz y sal para los demás Mateo 5: 13-16. Quien con eso puede demostrar propia buenas obras a la luz y ojos del hombre, ayudando en sus momentos de angustias o desesperanza, siendo así un propio buen hijo de Dios e instrumentos para sus propia manos, llevando el mensaje de aconsejo y alegría para esas personas quienes se cuentan el precipicio del desborde.