¿Como puedo vivir mi alegría en Jesucristo?
- Catolican
- 1 oct 2018
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De la propia alegría encontramos a Jesús, pues El mismo es quien nos ofrece la máxima alegría que no se puede hallar en ningún otro lugar, ni siquiera en los placeres de este mundo. La alegría, es el máximo sentimiento que tiene el hombre en gustar o vivir algo inexplicable que se anhela en el corazón. Pues en este mundo hay muchas alegrías que se puede encontrar como: Noviazgo, triunfo, carrera, graduación, fiesta, sexo, dinero, bienes materiales etc. Pero yo no me refiero a esos tipos de alegría, que bueno a simple vista son “alegría” pero pasajeras, el sentido de la alegría es un estado de sinónimo de júbilo o gozo, y en el gozo se encuentra en el Señor.
Pero la pregunta como tal es ¿Cómo vivo alegre en Cristo? – fácil, dejemos que El actué en nosotros, si no lo dejamos, entonces ¿cómo podremos hacer que Él actué en nuestras vidas? La vida del cristiano tiene que ser una vida de paz y armonía pues en ella también se encuentra la alegría y también la felicidad en Dios mismo, pues sepamos que ya no vivimos nosotros sino que Cristo vive en ti y en mí. Vivir una vida en Cristo, es principalmente seguirlo, pues al seguir a Jesucristo es seguir la máxima de las alegrías de todas aquí en la tierra y de ganarlas en el cielo.
- ¿Pero cómo sé que la voy a conseguirla?
Primer lugar es dejar que El, fluya en nosotros, cuando dejamos que Jesús, fluya y toque nuestros corazones, El hace maravillas con nosotros, mostrándonos su poder y el más grande amor que nos tiene, pues en medio del amor del Señor se encuentra la alegría. En una cita de la biblia nos habla sobre la alegría en la carta a los Filipenses donde habla Pablo a la comunidad de Filipo en que este siempre alegres en el Señor, pues en El, encontramos el más máximo trato de Dios. Estén siempre alegres en el Señor, se lo repito, estén alegres y tengan buen trato con todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; antes bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la súplica. Filipenses 4, 4-6. En esta carta se nos habla que siempre Dios es alegre pero principalmente que lo encontremos en El, pero para saberlo si lo está o no, hay que descubrirlo. Pues también en saberlo si lo encontraremos en el Señor, es ver como lo pudo moverlo en la persona más importante de los Evangelio después de Jesús, quien la persona principal que hizo del papel de traer al Señor al mundo, María. Esta mujer de Nazaret quien estuvo esposada de San José, es la madre quien dio el “SI” de encontrar la alegría en el Señor, y ser madre del Hijo de Dios vivo y verdadero, pues de una vez que el ángel se le aparece a María le anuncia que se alegre pues encontrara gracias delante de ella. Llego el ángel hasta ella y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Lucas 1, 28.
María al ver este saludo del ángel se pregunta que significaría ese saludo, pues en primer lugar sabiendo que si a nosotros nos saludaran de esa forma como se lo hicieron a María, tiene mucho de qué hablar porque no sabes cómo es esa forma que el Señor está conmigo. Pues en el saludo del ángel a María, quiso ser y demostrar que sin duda a alguna encontraría la alegría plena en el Señor, por medio de su propio vientre pues iba a tener la alegría de las alegría, el gozo de los gozo quien es Jesucristo, ese hombre y Dios, que nos enseñó y nos enseña por medio de los Evangelio esa buena alegría de la salvación mutua de nuestras almas. Pues María, fue desde temprana y pequeña edad en encontrar la alegría y el gozo en el Señor, tanto así que cuando visito a su prima santa Isabel, proclama una alabanza a Dios, pues por medio del gozo (Alegría) encontramos la alabanza, la acción de gracia y el júbilo en Dios nuestro salvador Lucas 1, 46-56.
Sabiendo ya está alabanza que hizo María a Dios, es una manera en encontrar la alegría máxima en Dios, pues así como dijo ella: Proclama mi alma la grandeza del Señor. Es un sentido de decir que ya desde dentro de nuestra vida habitad el Señor, y así fue en el papel de María, el Señor habituó físicamente y espiritualmente en ella, pues también en nuestras vidas tiene que habitar el Señor, como habito en medio de María por ese “SI” que le dijo al ángel al Señor. Y así podremos encontrar la alegría plena en nuestras vidas por decir “SI” como hizo María, pues cuando dentro de nosotros se encuentra la gracia y la alegría por parte de Dios, encontramos el tesoro deseado que más nadie lo puede habitar y darnos para nuestras vidas, que es esa alegría que ofrece el Señor, como se lo ofreció a María y en llevar y convertirla en bendita sin pecado original alguna y la nueva Eva, para así poder habitar el Señor en ella. Pues nuestra vida tiene que ser como ese reflejo de María, tener la gracia delante de Dios y sobre todo encontrarla por medio de la alegría, que nos hace y nos convierte hacia la santidad, ósea la perfección de Dios
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